Por: Ricardo Bolaños
En el artículo anterior desarrollamos las etapas para manejar conflictos. Al final de cuentas, los conflictos son generados por las personas. Revisa la información de estas etapas en nuestro artículo anterior:
20 etapas de manejo de conflicto;
El estilo de manejo de conflictos se refiere a la forma en que una persona aborda un conflicto y cómo trata de resolverlo. Es un conjunto de habilidades, actitudes y comportamientos que una persona utiliza para lidiar con situaciones conflictivas.
Los diferentes estilos de manejo de conflictos se pueden entender mejor en términos de dos dimensiones: el grado en que la persona busca satisfacer sus propios intereses y el grado en que la persona busca satisfacer los intereses de la otra parte involucrada en el conflicto.
La primera dimensión se refiere a la forma en que una persona maneja su propio interés en la situación, ya sea defendiéndolo o poniéndolo en segundo plano. La segunda dimensión se refiere a la forma en que una persona maneja el interés de la otra parte en la situación, ya sea abordándolo directamente o evitándolo.
Kenneth Thomas y Ralph Kilmann identificaron cinco estilos de manejo de conflictos en su modelo. Los cinco estilos son:
- Competencia o competición: Este estilo implica una actitud agresiva y de confrontación, en la que una parte busca ganar a expensas de la otra. Se utiliza cuando se necesita tomar una decisión rápida, cuando la otra parte tiene poder y es inflexible, o cuando se necesita proteger los intereses propios.
- Colaboración: Este estilo implica trabajar juntos para llegar a una solución que sea satisfactoria para todas las partes involucradas. Se utiliza cuando se necesitan soluciones creativas, cuando las partes tienen un interés común, o cuando se busca mejorar las relaciones.
- Compromiso: Este estilo implica un enfoque pragmático y de negociación en el que ambas partes ceden algo para llegar a un acuerdo. Se utiliza cuando ambas partes tienen un nivel de poder similar, cuando se necesitan soluciones rápidas y temporales, o cuando se busca mantener una relación de trabajo.
- Evasión: Este estilo implica una actitud pasiva y de aplazamiento del conflicto, en la que una parte evita enfrentarse al conflicto o lo minimiza. Se utiliza cuando el conflicto es trivial o cuando no se dispone de tiempo suficiente para enfrentarlo.
- Complacer/ Ceder: Este estilo implica ceder ante la otra parte para satisfacer sus necesidades y mantener la relación. Se utiliza cuando el conflicto es importante para la otra parte, cuando se busca mantener una relación a largo plazo, o cuando no se tiene suficiente poder para resistir.
Como podemos ver en la imagen, el modelo de Kilmann se basa en dos ejes principales: cooperación y asertividad. Estos ejes representan las dimensiones de cómo una persona maneja un conflicto en términos de cuán enfocado está en satisfacer sus propios intereses y cuán enfocado está en satisfacer los intereses de la otra persona o grupo involucrado en el conflicto.
La asertividad se refiere a la medida en que una persona trata de satisfacer sus propios intereses durante el conflicto. En términos generales, la asertividad se refiere a la capacidad de una persona para defender sus propios derechos e intereses de una manera clara, directa y respetuosa. En el contexto de la resolución de conflictos, la asertividad puede manifestarse en acciones como afirmar los propios deseos, necesidades o límites, o expresar desacuerdos o críticas constructivas.
El otro eje, la cooperación se refiere a la medida en que una persona trata de satisfacer los intereses de la otra parte en el conflicto. En términos generales, la cooperación se refiere a la capacidad de una persona para trabajar con otros para lograr objetivos comunes. En el contexto de la resolución de conflictos, la cooperación puede manifestarse en acciones como escuchar y comprender las perspectivas de la otra parte, buscar soluciones de compromiso, y encontrar formas de satisfacer las necesidades de ambas partes.
A continuación, especificaré cómo se maneja cada estilo en el contexto de estos dos ejes. Se caracteriza por una combinación diferente de asertividad y cooperación.
Competencia: alta asertividad, baja cooperación. Se trata de un enfoque centrado en satisfacer los propios intereses y alcanzar los objetivos a toda costa, incluso a expensas de la otra parte. Puede ser útil en situaciones en las que se necesita una decisión rápida o en situaciones en las que hay una fuerte oposición.
Colaboración: alta asertividad, alta cooperación. Este enfoque implica trabajar con la otra parte para encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de ambas partes. Es útil en situaciones en las que se necesita una solución creativa y de largo plazo que tenga en cuenta los intereses de ambas partes.
Compromiso: nivel medio de asertividad y cooperación. Este enfoque implica encontrar una solución que satisfaga parcialmente las necesidades de ambas partes, pero no completamente. Es útil en situaciones en las que ambas partes tienen intereses importantes que deben ser considerados.
Evasión: baja asertividad, baja cooperación. Este enfoque implica evitar o postergar el conflicto. Puede ser útil en situaciones en las que el problema no es importante o cuando no hay una solución viable.
Complacer/ Ceder: baja asertividad, alta cooperación. Este enfoque implica satisfacer los intereses de la otra parte en detrimento de los propios intereses. Puede ser útil en situaciones en las que la relación con la otra parte es más importante que el resultado del conflicto en sí mismo.
Cada uno de estos estilos tiene ventajas y desventajas dependiendo de la situación y de las necesidades de las partes involucradas en el conflicto. El manejo adecuado de conflictos implica la capacidad de reconocer cuál estilo es el más apropiado para cada situación y de aplicarlo de manera efectiva para llegar a una solución satisfactoria para todas las partes involucradas.
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